María Carolina Herrera, una anciana jabonera de Perú, ganó una batalla legal contra la icónica diseñadora de moda Carolina Herrera por el derecho a utilizar su apellido como marca.
María Carolina Herrera vive en Ate-Vitarte, una zona residencial de Lima (Perú), donde regenta su pequeño negocio de jabones artesanales. Siempre ha llevado una vida discreta y tranquila, pero en 2021 se hizo conocida en todo Perú e incluso en otros países sudamericanos tras enzarzarse en una batalla legal con la empresa propiedad de la diseñadora de moda venezolana Carolina Herrera. Todo empezó cuando el hijo de María Carolina, Darío Morales, la sorprendió presentando su marca de jabones, 'La Jabonera by María Herrera', ante el Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual (INDECOPI). La solicitud fue inmediatamente impugnada por Carolina Herrera Ltd., cuyos abogados argumentaron que otra marca Herrera en la industria cosmética peruana causaría confusión entre los consumidores.
INDECOPI, la autoridad encargada de regular y proteger la propiedad intelectual en Perú, se enfrentó al enorme reto de resolver la disputa entre una pequeña empresaria local que intentaba utilizar su propio apellido como marca y una enorme corporación mundial que trataba de proteger sus intereses en el país sudamericano. Ambas partes tenían sus propios argumentos, y el INDECOPI tardó más de dos años en llegar a un veredicto.
Tras más de dos años de litigio que incluyeron varias apelaciones, el INDECOPI falló a favor de María Carolina Herrera, declarando el veredicto que no existía riesgo de confusión entre las dos marcas y que ambas podían coexistir en el mercado sin problemas. La victoria es significativa no sólo para la jabonera, sino también para otros pequeños empresarios que desean utilizar sus nombres legales como marcas. Por ejemplo, hay más de 230.726 peruanos con el apellido Herrera.